EUROPA
PRESS
5 marzo
2018
Disfunciones
sexuales femeninas, ¿tienen solución?
Las disfunciones sexuales femeninas son
muchísimo más frecuentes de lo que se piensan. A pesar de ello, hoy en día
muchas mujeres las sufren en silencio. Aunque parezca mentira, se consideran
una enfermedad. Son problemas en la respuesta sexual humana (el deseo, la
excitación y el orgasmo) que pueden impedir el desarrollo de una vida erótica
plena.
Además, afectan a la salud integral y a la autoestima del
individuo, así como a su relación de pareja. Pueden tener origen biológico,
psicológico o cultural. En concreto, "se trata de una alteración que sufre
la mujer durante una o más fases de su respuesta sexual", explica en una
entrevista con Infosalus, la psicóloga del servicio
de Psiquiatría del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona- Grupo Quirónsalud,
Iris Tolosa Sola, quien también afirma que estas disfunciones o problemas
pueden surgir a cualquier edad en la mujer.
"Sí que es cierto que hay disfunciones, como el bajo
deseo sexual, que son más prevalentes cuanto mayor sea la edad de la mujer, y
sobre todo en la menopausia. No obstante, la anorgasmia
o ausencia de orgasmo es más frecuente en chicas jóvenes", advierte la
especialista, si bien asegura que éstas pueden aparecer a cualquier edad, tanto
al inicio de la vida sexual (se les llama 'primarias'), o bien después de que
una persona haya vivido con normalidad su sexualidad ('secundarias') .
Sobre las causas, Tolosa señala que tienen origen multicausal: "Como factores orgánicos encontraríamos a
las alteraciones hormonales, al postparto, a las enfermedades crónicas, como
efecto secundario de fármacos, o por ejemplo a raíz de una depresión; también
habría que mencionar a los factores psicosociales-culturales, tales como una baja
educación sexual, la dificultad en la relación de pareja, muchas veces se tiene
bajo deseo sexual por una relación de pareja muy conflictiva, por el miedo a
perder el control, o por la monotonía y la rutina sexual, o más bien por
experiencias sexuales traumáticas, por ejemplo".
Tipos de
disfunciones
Así, la psicóloga y miembro de la Asociación Española de
Sexualidad y Salud Mental describe las tres principales disfunciones sexuales
femeninas:
1.
Anorgasmia o dificultad, o incluso ausencia, de orgasmos. "Hay
mujeres que no llegan nunca al orgasmo, y otras que a veces sí y con
dificultades. Se trata de una afectación que altera al deseo sexual, y al nivel
de satisfacción sexual de la mujer. A veces es causa de otras disfunciones
sexuales. Sabemos que afecta más a mujeres jóvenes, más inexpertas, y que a lo
largo de los años el índice disminuye. Los estudios oscilan su prevalencia
entre el 5 y el 20% de mujeres, todo depende del trabajo y de la muestra
poblacional que empleen", señala Tolosa.
2.
Trastorno de interés de excitación sexual femenino, una patología
anteriormente conocida en dos, como 'el deseo sexual inhibido' y el 'trastorno
de la excitación femenina', "que ahora se fusionan en uno porque en las
mujeres va muy ligado el no tener deseo y el no tener excitación; ese descenso
en el deseo sexual en la mujer, la ausencia de fantasías, o de placer sexual
durante la actividad sexual".
Según resalta, se trata del
"más visto en la consulta", y muchas veces se detecta a través de la
terapia de pareja. La psicóloga clínica dice que es más frecuente en edades más
avanzadas, en la mujer a partir de los 40, siendo el pico más alto en la
menopausia. El porcentaje de prevalencia, según la profesional, varía del 8 al
40% según el estudio.
3.
Trastorno de dolor genitopélvico
penetración, lo que antes se conocía por 'vaginisimo'
(contracción o espasmos de la vagina que imposibilita la penetración) y la 'dispaurenia' o dolor en las relaciones. "También se
juntan ahora en un único trastorno porque suelen ir de la mano. Se relaciona
con dificultades en la penetración vaginal, muchas veces derivados por el
propio ginecólogo que no puede introducir el espéculo
para la exploración, o por ejemplo cuando hay dificultad para introducir un
tampón, o para mantener relaciones con penetración", señala.
Es más, advierte de que tiene
lugar en parejas que mantienen relaciones sexuales satisfactorias con
masturbación o sexo oral pero la penetración no la llevan a cabo casi nunca, o
si la llevan a cabo es dolorosa para la mujer. Es la menos prevalente en las
mujeres. "De un 2 a un 15%, según el estudio", puntualiza.
¿Existe
tratamiento y curación?
Finalmente, la especialista del servicio de Psiquiatría del
Hospital Universitari Dexeus
de Barcelona- Grupo Quirónsalud confirma que sí hay
curación y tratamiento para las disfunciones sexuales femeninas.
En el caso de que exista causa orgánica, Tolosa dice que se
deriva al especialista en cuestión, mientras que si el origen de las mismas es
psicológico, el tratamiento habitual es la terapia sexual, un tratamiento
cognitivo conductual donde se trabaja con pensamientos y con la conducta.
"Ahora también se trabaja con el 'mindfulness'
pero aplicado a la sexualidad. No hay que dejar de ir al médico por un problema
de esta categoría. Siempre nos pueden orientar y ayudar", sentencia la
miembro de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental.